“Me suplantaron la identidad y acabé en el calabozo”, dice Mohamed Kadari, de 25 años y de Olesa de Montserrat (Barcelona). Durante la pandemia buscaba trabajo y vio en la aplicación Indeed una buena oferta como transportista. “Me seleccionaron en seguida y necesitaban DNI y carné de conducir por ambas caras, cuenta bancaria y número de afiliación”, explica. Lo mandó y nunca le llamaron ni supo más hasta que en junio de 2022, al levantarse, fue la policía local a su casa con una citación judicial.
¿Qué hacer para minimizar riesgos?
Actuar con “desconfianza racional” y sentido común ante ofertas o mensajes de fuentes desconocidas.
Nunca clicar en un enlace sospechoso y verificar el adjunto con el remitente.
Comprobar el remitente en los correos electrónicos y SMS.
Vigilar las horas a las que se envían los mensajes sospechosos, si finge estar en España y envía en otros husos horarios.
No hacer caso a la sensación de urgencia que apremien en los mensajes.
Cuando se recibe una oferta muy tentadora, es mejor desconfiar: si un desconocido ofrece un chollo demasiado bueno para ser cierto, probablemente sea falso.
No dar siempre por supuesto que tu interlocutor vía web, correo electrónico o red social es quien dice ser.
Fijarse detenidamente en la dirección URL de las webs para asegurarse de que no son falsas.
Si recibes un SMS o un correo pidiendo que actualices tus datos bancarios, de tarjeta o cuenta, no contestes ni rellenes formularios de ningún tipo.
No es tan fácil ligar, nadie se enamora en dos mensajes de redes o SMS.
Nunca ofrezca datos personales por Internet, a menos que sea en sitios de total confianza.
No aportar nunca datos bancarios sin cerciorarse de que se trata de la empresa o entidad en cuestión.
No facilitar nunca información de tarjetas, documentos de identidad, declaración de la renta, nóminas, nombres de usuario, claves y contraseñas.
Utilice contraseñas “de calidad” (con letras, números y otros caracteres). Cámbielas periódicamente.
No introducir el número de tarjeta en páginas de contenido sexual o pornográfico, en los que se solicita como pretexto, para comprobar la mayoría de edad.
Extreme la precaución en los archivos que recibe en sesiones chat.