Los hinchas del Xeneize le dieron color y calor al Hard Rock Stadium. Se ilusionaron con el gran comienzo, pero luego llegó la resignación y la bronca por el cabezazo de Otamendi.
Boca jugó con 12 en Miami: de la locura descontrolada por el 2-0 que nadie esperaba al “ahora hay que hacerle partido al Bayern”
